6 HABITOS DE PERSONAS PROFUNDAMENTE MISERABLES.

La causa suprema de la miseria es el deseo de poseer y conservar lo poseído. - BUDA
El hecho es que muchos de nosotros caminamos sonámbulos por la vida, totalmente inconscientes de que, en realidad, no somos felices en absoluto. 

Estos son los seis hábitos más comunes de las personas verdaderamente miserable. Si te sientes identificado con alguno de estos. 

Es el momento de reevaluar tu vida.

1. ATACAS A LA MENOR PROVOCACION.

Este es típico. ¿Alguna vez te has enfurecido por algo realmente pequeño, como el tráfico? Lo peor que puede pasar es que llegues unos minutos tarde, pero todavía estás sentado en tu auto, maldiciendo algo que esta fuera de tu control.

Si notas que con frecuencia te enojas mucho por eventos que en realidad no son tan importantes, es probable que haya una causa subyacente.

Las reacciones exageradas suelen ser una señal de que estás estresado o tenso. Como una taza que casi se desborda. Solo se necesita una pequeña gota para que todo se derrame.

Claro, no vas a reaccionar de forma exagerada solo porque te golpeaste el dedo del pie. Reaccionaste de forma exagerada porque ya estaban sucediendo muchas cosas que te molestaban: el trozo del dedo del pie era solo la ultima gota.

Haz un balance de tu situación: 
  1. ¿qué te está causando estrés? 
  2. ¿Qué te hace sentir infeliz? 
Determinar la raíz de tu reacción exagerada hará más bien a largo plazo que solo gritar palabrotas..

2. ENCUENTRA EXCUSAS PARA NO CORRER RIESGOS.

Ayer por la noche, en lugar de asistir a la fiesta de cumpleaños virtual de un amigo, me distraje con Twitter. 
Aprecio a mi amigo y sé que navegar por Twitter me estresa. Entonces, ¿por qué lo estaba haciendo?

Cuando no estamos contentos, buscamos formas de salir de cualquier actividad que pueda consumir un poco más de energía de la que creemos que tenemos. 
No te gusta arriesgarte en algo incierto, porque tu mentalidad negativa te hace buscar formas en las que podría salir mal en lugar de anticipar la alegría que podrías sentir.

Si notas que encuentra razones para no hacer las cosas que solías disfrutar, investigua para encontrar una razón más profunda. 
  • ¿Qué está pasando realmente? 
  • ¿De verdad no quieres hacerlo o simplemente lo estás mirando desde una perspectiva negativa?
Incluso si no te sientes capaz de hacerlo, obligate a hacer cosas que te asusten un poco puede ser una buena forma de impactar tu sistema y demostrarte a ti mismo que todavía te encanta hacer estas cosas.

3. NADA ES CULPA TUYA.

Por supuesto, a nadie le gusta tener la culpa. Pero las personas que son crónicamente infelices nunca admitirán que hicieron algo mal. 

Si notas que realmente te cuesta asumir la culpa de cosas que probablemente fueron tus errores, es probable que no estés contento.

Esto se debe a que cuando no estás contento, es realmente difícil abrir la puerta a más malos sentimientos. No querrás sentir la vergüenza que se asocia con hacer algo malo. 

Incluso es posible que al admitir que hiciste algo mal, sientas que estás admitiendo ser una mala persona por completo.

Las personas felices y bien adaptadas son perfectamente capaces de ver una situación y darse cuenta de que lo han estropeado. 
Las personas infelices luchan mucho más por abrirse y admitir faltas.

Si te cuesta disculparte por las cosas, incluso cuando en realidad son tu culpa, trata de darte cuenta cuando otras personas lo hacen. 

Darse cuenta de que nadie se sentirá resentido contigo, ni te odiarán por disculparte es a menudo la mejor manera de reunir el valor para hacerlo.

4. ANTICIPAS PROBLEMAS.

Las personas felices son capaces de vivir plenamente el momento. Aprecian lo que tienen y no necesitan entrar en pánico por el futuro.

Las personas infelices, por el contrario, siempre buscan formas en las que las cosas podrían empeorar. Esto se debe a que, si no estás satisfecho, crees que, al anticipar los problemas potenciales, puedes prepararte para una mayor infelicidad.

La verdad es que solo estás pidiendo mas problemas. Si bien es útil considerar los peores escenarios en ocasiones, no es saludable saltar siempre a la peor conclusión posible cada vez.

Si notas que cuando suceden cosas buenas, inmediatamente comienzas a preocuparte por cómo pueden salir mal, es probable que en el fondo no estés contento. 

Trata de experimentar alegría y disfrutar los momentos cotidianos de tu vida.

5. NUNCA INTENTAS CAMBIAR.

A la gente feliz le encanta probar cosas nuevas, sin importa qué. 
La gente infeliz tiene miedo.

Por ejemplo, las personas felices a menudo trabajarán en sí mismas: entablarán relaciones manteniéndose en contacto con sus amigos, haciendo ejercicio con frecuencia y adquiriendo nuevos hábitos que les den alegría.

La gente infeliz proviene fundamentalmente de un lugar de miedo. Si no está satisfecho, es probable que no quieras probar cosas nuevas por temor a fallar en ellas.
Sientes una falta de control sobre tu propia vida y, en cambio, prefieres sentarte.

Si sientes alguna duda a la hora de mejorarte o probar cosas nuevas, cuestiona ese sentimiento. 
¿Qué te hace reprimir? Si es miedo, intenta encontrar tu miedo a mitad de camino. 

Por ejemplo, puedes probar algo nuevo cada semana, ya sea saliendo a correr 1 KM o tomando una clase de lo que quieras.

6. NO PUEDES SENTIR GRATITUD.

Este es el rasgo más persistente de las personas profundamente miserables: no tienes ninguna capacidad para sentir gratitud, ya sea por un acto de bondad o simplemente por una hermosa escena en la naturaleza.

Cuando no estás contento, estás muy dentro de tu propia cabeza. Estás anticipando que sucedan cosas malas, tienes miedo de fallar, estás exagerando ante cualquier pequeña provocación. 

No estás en el espacio mental adecuado para apreciar cuando suceden cosas inesperadamente buenas, porque estás demasiado ocupado preocupándote por cosas fuera de tu control.

Es difícil estar agradecido cuando todo se siente deprimente, especialmente tú mismo. Pero simplemente reconocerlo como un área en la que tienes que trabajar es un buen punto de partida. 

Elije una cosa por día: escríbela o díla en voz alta. Puedes estar agradecido por una persona, un evento o incluso tu mascota. 

Sentir gratitud es uno de los mejores sentimientos del mundo, y elegir activamente practicarlo es una de las mejores formas de salir de la infelicidad.

Ser infeliz es agotador. 
Es un estado mental activo que puede que ni siquiera te des cuenta de que lo estás manteniendo. 

Especialmente si tienes todas las cosas que la sociedad te dice que necesitas para ser feliz, puede ser muy difícil de detectar cuando tienes todas esas cosas y aún eres infeliz.

Las señales son claras: exageras; tienes miedo de correr riesgos; te niegas a admitir errores; buscas motivos para preocuparte; odias la idea de cambiar; y te falta la capacidad de estar agradecido por cualquier cosa, sin importar cuán grande o pequeño sea.

La buena noticia es que una vez que hayas notado alguno de estos síntomas, puedes comenzar a trabajar para cambiarlos. 

No será fácil, pero vale la pena.

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