Cómo crear una mentalidad a prueba de excusas
Todos las hemos usado: “No tengo tiempo”, “Estoy cansado”, “Empiezo el lunes”. Las excusas son cómodas, nos protegen del esfuerzo, pero también nos roban oportunidades, progreso y crecimiento personal.
La buena noticia es que una mentalidad sin excusas no nace, se construye. Y aquí te muestro cómo empezar:
1. Sé brutalmente honesto contigo mismo
Pregúntate: ¿esto es una razón real o una excusa disfrazada? La autoconciencia es el primer paso para dejar de engañarte. Cuando cambias el “no puedo” por un “no quiero lo suficiente”, tomas el control.
2. Comprométete con tu versión ideal
Visualiza a ese tú disciplinado, constante, decidido. Cada vez que vences una excusa, te acercas a él. No se trata de hacerlo perfecto, sino de no rendirte por lo fácil.
3. Crea entornos que favorezcan tu disciplina
Las excusas nacen en el caos. Ordena tu espacio, prepara tu ropa de entrenamiento, elimina distracciones. Tu entorno puede empujarte o frenarte: tú decides.
4. No dependas de la motivación, usa la decisión
La motivación sube y baja. Pero la decisión firme —esa que tomas cuando nadie te ve— es la que forja tu carácter. Hazlo aunque no tengas ganas. Ahí es donde se transforma tu mentalidad.
Una mentalidad a prueba de excusas no es dura, es libre. Libre de pretextos, de postergación y de estancamiento.
No se trata de ser perfecto. Se trata de no rendirte cuando tienes mil razones para hacerlo.
Y recuerda;