Wu-wei | El arte de dejar que las cosas sucedan.

El reputado autor del Tao Te Ching, Lao Tzu, afirmó que el mundo se gobierna a sí mismo.
No necesita nuestra intervención.

Esta idea se asemeja a la comprensión básica del concepto paradójico del "Wu-Wei".

Cuando buscamos una definición de Wu-Wei, rápidamente descubrimos que no hay un significado fijo.
Algunos traducen Wu-Wei como "no acción" o "no hacer nada", otros como "acción sin acción" y otros como "acción sin esfuerzo".

Descubrimos que el taoísmo ofrece varias capas, por así decirlo, con respecto a cómo el Wu-Wei puede mejorar nuestra relación con el mundo. Y cómo este antiguo arte de "dejar que las cosas sucedan" no necesariamente nos vuelve pasivos, sino que puede mejorar nuestra forma de actuar.

Probablemente, la interpretación más común de Wu-Wei es literalmente alinear nuestras acciones con la naturaleza, no forzar nada y actuar cuando sea adecuado.

La sociedad actual antepone por encima de todo, la importancia del esfuerzo humano. Celebramos el esfuerzo, independientemente de su eficacia real, ya que aspiramos a estar siempre ocupados, por estar ocupados.

Un Sísifo moderno, empujamos rocas cuesta arriba, simplemente por empujarlas.
Sí, a veces el trabajo duro es necesario pero en muchas ocasiones, no lo es.

A menudo experimentamos que "forzar las cosas" y empujar nuestra suerte más allá de las limitaciones de la naturaleza resulta contraproducente. Por otro lado, las situaciones muchas veces se resuelven solas cuando no las forzamos ni intervenimos. 

Al dejar que las cosas sucedan, las cosas se hacen naturalmente.
Lao Tzu creía que el mundo no puede ser gobernado, pues el mundo se gobierna a sí mismo.

Desperdiciar nuestras vidas luchando contra la naturaleza es una pérdida de tiempo, sin importar cuánto nos celebre la gente por participar en un esfuerzo tan heroico.

En lugar de gastar nuestra energía vital tratando de controlar, gobernar y cambiar el curso natural de las cosas, es mejor aceptar lo que es y navegar a través de él como agua que fluye a través de una superficie rocosa hacia el océano.

Algunos están destinados a liderar, y otros están destinados a seguir;
Algunos siempre deben esforzarse, y otros lo tienen fácil;
Algunos son naturalmente grandes y fuertes, y otros siempre serán pequeños;
Algunos serán protegidos y nutridos, y otros se encontrarán con la destrucción.

El Maestro acepta las cosas como son y por compasión evita la extravagancia, el exceso y los extremos.


Cuando profundizamos en el significado del Wu-Wei, se vuelve aún más intrigante.

Supongamos que su definición más precisa es "acción sin esfuerzo". En otras palabras, estar activo y en movimiento, aunque el denominador común es el mismo, saber: “dejar que las cosas sucedan”.

Con una acción sin esfuerzo, podríamos decir que no estamos “haciendo” sino “yendo”. Nos embarcamos en la corriente de un río sin pensar a dónde nos lleva: navegamos hacia un territorio desconocido, pero no dejemos que la gran incógnita nos desconcierte.

Si profundizamos aún más, llegamos al ego y al vacío.

Debido a experiencias pasadas, condicionamientos sociales o ideologías, nos hemos moldeado a nosotros mismos como seres humanos informados y cultos que encajan en el contexto en el que se encuentran.

Este contexto podría ser una comunidad religiosa, un país o una profesión.

En general, vemos esto como algo bueno.

Pero hay un inconveniente, Y este inconveniente tiene que ver con el ego.

Cuando abordamos una situación, el ego tiende a llenar los vacíos desconocidos, con todo tipo de prejuicios, fantasías y convicciones. Cuanto más grande sea el ego, más dominara, cerrándonos de lo que realmente está sucediendo.

Por lo tanto, las personas con fuertes convicciones experimentan grandes dificultades para ver el mundo bajo otra luz, o fuera de los confines de su prisión intelectual.

En consecuencia, Lao Tzu nos invita a regresar a un estado no procesado, al que llama “el bloque sin tallar”.

Podríamos ver el bloque sin tallar como una persona libre de todo tipo de equipaje intelectual, por lo que su visión del mundo se vuelve clara.

Si miramos al Wu-Wei de esta manera, no es solo dejarse llevar, seguir el flujo de la naturaleza, permitir que el universo haga su trabajo: es un movimiento mucho más audaz. Tenemos que ser lo suficientemente valientes para dejar de lado lo que hemos aprendido, tirar nuestros marcos normativos a la basura.

O como lo expresó Lao Tzu:
"Renuncia al conocimiento y tus problemas terminarán.
¿Cuál es la diferencia entre sí y no?
¿Cuál es la diferencia entre el bien y el mal?
¿Debes temer lo que otros temen? "

En esta comprensión del Wu-Wei, nos liberamos del ego, por lo que actuamos de acuerdo con la situación actual, tal como es. Dejamos que las cosas sucedan y actuamos de manera receptiva, sin restricciones por nuestras ideas limitadas y preconcebidas.

O, como dijo Lao Tzu: volvemos a ser bloques sin tallar.

AHORA HAZLO!

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