5 HABITOS DE PERSONAS ENCANTADORAS.
La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz- Proverbio escocés
Gente encantadora.
Siempre tienen una historia emocionante que contar y tienen esa habilidad aparentemente innata de hacerte sentir a gusto en su compañía.
Parece que algunas personas simplemente nacieron así.
Cuando entran a una habitación, todos notan su presencia. Son como imanes, y cuando hablan, todo el mundo está pendiente de cada palabra que sale de su boca.
Muchos de nosotros a menudo nos preguntamos cómo esas personas pueden tener una personalidad tan magnética. ¿Existe una fórmula secreta? ¿Cómo se convirtieron en lo que son? ¿Nacieron así?
La respuesta es que todos somos capaces de relacionarnos con los demás y despertar su interés en nosotros.
No existe una fórmula secreta. Todo se reduce a ciertos hábitos que las personas encantadoras tienen en común, que puedes aprender fácil y eficazmente.
TIENES TODA SU ATENCION.
Deténte un momento y piensa en dos o tres personas agradables que conozcas.
¿Revisan constantemente su teléfono mientras hablas con ellos? ¿Redirigen continuamente las conversaciones hacia ellos mismos para convertirse en el centro de atención?
Probablemente no.
De hecho, algo que estas personas tienen en común es que normalmente te prestan toda su atención y hacen la que la conversación sea sobre ti. Te hacen preguntas inteligentes y muestran un verdadero interés en lo que sucede en tu vida.
Recuerdan lo que les dijiste la última vez que te vieron.
Lo más importante es que sientes que realmente les gustas y les interesa lo que tienes que decir.
Se centran en estar "interesados" en lugar de parecer "interesantes"
Cómo aplicar este hábito:
Haz siempre un esfuerzo por prestar toda tu atención a las personas. Guarda tu teléfono, haz contacto visual y deja que sean el tema principal de cualquier conversación.
TE MUESTRAN ADMIRACIÓN GENUINA,
Tengo un recuerdo de una conversación que tuve en la prepa, salí de esa escuela sintiéndome particularmente seguro de mí mismo y motivado, aunque, al principio, no entendía muy bien por qué.
Durante una clase de Ingles, la profesora me dijo que había vivido durante más de diez años en Estados Unidos y que nunca había logrado dominar el Ingles.
Luego, me dijo que admiraba lo fluido que hablaba en inglés, a pesar de que lo poco tiempo que vivi alla. También me preguntó cómo logré tal nivel de fluidez.
No hubo truco. No era una especie de genio. Mi familia siempre me había hablado en inglés desde que era pequeño.
Sin embargo, esa conversación me hizo sentir bien conmigo mismo de todos modos. Ella me hizo ver algo bueno en mí.
Las personas como esa maestra hacen que cualquier interacción sea atractiva y emocionante porque nos recuerdan algunas de nuestras fortalezas, esas cosas que tendemos a olvidar o que a menudo damos por sentado.
Algunas personas tienen la capacidad de abrirnos los ojos y mostrarnos que somos más de lo que pensamos. Nos hacen sentir bien con nosotros mismos.
Esto automáticamente nos hace querer pasar más tiempo hablando con ellos y saber más sobre ellos también.
Cómo aplicar este hábito:
No te concentres en convencer a los demás de "lo genial que eres". Mejor estate genuinamente interesado en los demás y detente un momento para apreciar sus fortalezas. Aprende alabar con sinceridad.
HABLAN DE ELLOS MISMOS SOLO CUANDO LES PREGUNTAS.
Las personas encantadoras generalmente hablan de sí mismas solo cuando se les pide, o cuando tienen algo relevante que decir que saben que será de tu interés, sin abrumarnos con demasiados detalles.
Cuando hablan de sí mismos, nunca te dan respuestas aburridas o superficiales. Siempre te sorprenderán con algo nuevo. Algo fuera de lo común.
Pueden mencionar su último viaje a Tailandia o hablar sobre el curso de japonés al que asisten en la universidad, pero solo si se les solicita.
Las personas encantadoras hablan de sus pasiones y te guían a través de su experiencia casi embrujándote. Su pasión por lo que hacen es contagiosa y cada vez que hablas con ellos sientes la misma motivación arraigada para perseguir tus sueños como ellos.
Si les preguntas su opinión, compartirán con gusto su punto de vista, que nunca es superficial.
Como resultado, sientes que se preocupan por la interacción que tienen contigo y, por lo general, te darán una respuesta reflexiva que mantiene la conversación atractiva.
Cómo aplicar este hábito:
Deshazte de la necesidad de hablar de ti todo el tiempo. Cuando respondas una pregunta sobre ti, comparte algo interesante y, lo más importante, relevante para la conversación.
Cuando te pidan que compartas tu opinión, no seas simplista, dé una respuesta reflexiva y detallada.
MENOS PALABRAS, MAS HECHOS.
Un rasgo común de las personas genuinamente encantadoras es que siempre cumplen su palabra. No son "todas palabras y nada de acción".
La gente promedio suele decir "Avísame si necesitas ayuda", solo para sonar bien y dar la impresión de que son amables. Sin embargo, cuando se trata de la crisis y les pides ayuda, la respuesta suele ser "Me encantaría ayudar, pero ..."
Siempre hay un "pero".
No encontrarás esto con una persona encantadora. Si dicen que ayudarán, lo harán.
Si te dicen: "Deberíamos ir a comer en algún momento", puedes apostar a que dentro de una semana más o menos se habrán puesto en contacto contigo para sugerirte cuándo. Sus palabras no son solo gestos vacíos.
Y este rasgo es casi contagioso. Al darte cuenta de lo hermoso que es para alguien ser “fiel a su palabra”, probablemente querrás ser lo mismo, a su vez, con los demás.
Cómo aplicar este hábito:
No hagas promesas que no puedas cumplir. Si dices que vas a hacer algo, hazlo. Es sencillo. Y es atractivo.
NO TIENEN MIEDO A MOSTRAR SUS VULNERABILIDADES.
La vulnerabilidad es exposición emocional. Da miedo, lo entiendo.
Sin embargo, también es cierto que exponer nuestras vulnerabilidades crea intimidad y confianza en nuestras relaciones. Supongo que aprecias más a los demás cuando muestran su lado imperfecto o admiten sus errores.
Los hace más humanos de alguna manera.
Las personas agradables no tienen miedo de revelar sus imperfecciones o cómo se han enfrentado a tiempos difíciles. No se esconden detrás de una máscara. Aprendieron a apreciar y abrazar su yo auténtico y sus imperfecciones, y no hay nada más hermoso que eso.
Cómo aplicar este hábito:
Exponer nuestras vulnerabilidades da miedo. Pero es lo que nos permite conectarnos verdaderamente con las personas y nos hace auténticos. Puedes aplicar esto simplemente admitiendo un error pasado, compartiendo algunos de sus mayores temores o revelando una de tus imperfecciones que nadie más conoce.
