ESTABLECE LIMITES
PONTE LÍMITES Y USA LOS A TU FAVOR.
Hoy en día hacemos demasiadas cosas que solamente son una perdida de tiempo solo para que en la noche cuando estemos apuntos de acostarnos nos digamos ¨Hoy fui super productivo¨. Cuando en realidad no es así.
En realidad nada mas llenamos nuestro día con pequeñas tareas que son de cero importancia. ¿Reconoces la sensación de que, en un día determinado, tienes mucho en tu plato y tan poco tiempo para lograrlo?
Bueno, no estás sol@. Hoy en día, estamos más ocupados y más estresados que nunca y aún así muchos de nosotros no nos sentimos verdaderamente productivos. De hecho, la sensación de "no hago lo suficiente" permanece continuamente en el fondo a medida que avanzamos en nuestros días.
¿Asi que qué hacemos?
Muchos de nosotros hace más. Así es, asumimos más tareas y proyectos (a menudo al mismo tiempo), dedicamos más horas y establecemos más metas para nosotros mismos porque sentimos la necesidad de ser más y lograr más. Sin embargo, paradójicamente, en nuestra búsqueda de exito, a menudo terminamos logrando menos.
En realidad, nuestro enfoque, tiempo y energía se distribuyen demasiado entre muchas tareas, objetivos y proyectos diferentes, y ninguno de ellos recibe la atención completa que merece y requiere para obtener los máximos resultados.
El poder de ponerte limítes.
Para evitar que lo anteriormente mencionado suceda, y para lograr mejores resultados, debemos hacer uso de las limitaciones autoimpuestas.
Al establecer limitaciones en tu trabajo y obligarte a hacer menos, necesitas concentrarte en lo esencial y te veras obligado a abandonar lo NO importante.
Este es probablemente el cambio más grande que puedes hacer a tus niveles de productividad.
Personalmente, utilizo limitaciones autoimpuestas para tres áreas principales:
Al hacerlo, he visto mayores mejoras en mi enfoque, productividad y éxito desde que lo puse en practica.
Sin embargo, hay un impulso psicológico hacia ponernos muchos objetivos. Al establecer entre 3 y 10 objetivos, ya nos sentimos exitosos cuando imaginamos que nuestro futuro lograremos todas estas cosas asombrosas.
Simplemente nos hace sentir bien, y es por eso que nos encanta hacerlo.
Desafortunadamente, para la mayoría de nosotros, esa vida seguirá siendo una mera visualización.
La verdad es que, cuando establecemos demasiados objetivos, nos vemos abrumados rápidamente a medida que nuestro tiempo, energía y atención se disminuyen demasiado. Las primeras semanas pueden ir bien porque tienemos muchas motivación y entusiasmo, pero eso comienza a desaparecer después de un tiempo.
Inevitablemente, llega un día en el que te saltas un hábito, te demoras en tu trabajo o vuelves a caer en viejos patrones de comportamiento, y dejas caer la toalla por completo en una de tus metas. Cuando comiences a quedarte atrás, experimentaras más estrés, culpa y baja autoestima.
Y cuando esto pasa, se pone en marcha una reacción en cadena que, de forma lenta pero segura, destruye tu motivación y, por lo tanto, tus objetivos.
Más bien, enfócate en un solo objetivo.
Cuando te limitas a un solo objetivo (por ejemplo, un objetivo que deseas alcanzar en los próximos 12 meses), puedes concentrar todo tu tiempo, energía y atención en alcanzar ese objetivo. Por lo tanto, tus posibilidades de lograr realmente este objetivo son mucho más altas.
Hoy en día hacemos demasiadas cosas que solamente son una perdida de tiempo solo para que en la noche cuando estemos apuntos de acostarnos nos digamos ¨Hoy fui super productivo¨. Cuando en realidad no es así.
En realidad nada mas llenamos nuestro día con pequeñas tareas que son de cero importancia. ¿Reconoces la sensación de que, en un día determinado, tienes mucho en tu plato y tan poco tiempo para lograrlo?
Bueno, no estás sol@. Hoy en día, estamos más ocupados y más estresados que nunca y aún así muchos de nosotros no nos sentimos verdaderamente productivos. De hecho, la sensación de "no hago lo suficiente" permanece continuamente en el fondo a medida que avanzamos en nuestros días.
¿Asi que qué hacemos?
Muchos de nosotros hace más. Así es, asumimos más tareas y proyectos (a menudo al mismo tiempo), dedicamos más horas y establecemos más metas para nosotros mismos porque sentimos la necesidad de ser más y lograr más. Sin embargo, paradójicamente, en nuestra búsqueda de exito, a menudo terminamos logrando menos.
En realidad, nuestro enfoque, tiempo y energía se distribuyen demasiado entre muchas tareas, objetivos y proyectos diferentes, y ninguno de ellos recibe la atención completa que merece y requiere para obtener los máximos resultados.
El poder de ponerte limítes.
Para evitar que lo anteriormente mencionado suceda, y para lograr mejores resultados, debemos hacer uso de las limitaciones autoimpuestas.
Al establecer limitaciones en tu trabajo y obligarte a hacer menos, necesitas concentrarte en lo esencial y te veras obligado a abandonar lo NO importante.
Este es probablemente el cambio más grande que puedes hacer a tus niveles de productividad.
Personalmente, utilizo limitaciones autoimpuestas para tres áreas principales:
- El número de metas que me propongo.
- La cantidad de tareas en las que estoy trabajando cada día.
- La cantidad de tiempo que dedico a tareas y proyectos (fechas límite)
Al hacerlo, he visto mayores mejoras en mi enfoque, productividad y éxito desde que lo puse en practica.
Sin embargo, hay un impulso psicológico hacia ponernos muchos objetivos. Al establecer entre 3 y 10 objetivos, ya nos sentimos exitosos cuando imaginamos que nuestro futuro lograremos todas estas cosas asombrosas.
Simplemente nos hace sentir bien, y es por eso que nos encanta hacerlo.
Desafortunadamente, para la mayoría de nosotros, esa vida seguirá siendo una mera visualización.
La verdad es que, cuando establecemos demasiados objetivos, nos vemos abrumados rápidamente a medida que nuestro tiempo, energía y atención se disminuyen demasiado. Las primeras semanas pueden ir bien porque tienemos muchas motivación y entusiasmo, pero eso comienza a desaparecer después de un tiempo.
Inevitablemente, llega un día en el que te saltas un hábito, te demoras en tu trabajo o vuelves a caer en viejos patrones de comportamiento, y dejas caer la toalla por completo en una de tus metas. Cuando comiences a quedarte atrás, experimentaras más estrés, culpa y baja autoestima.
Y cuando esto pasa, se pone en marcha una reacción en cadena que, de forma lenta pero segura, destruye tu motivación y, por lo tanto, tus objetivos.
Más bien, enfócate en un solo objetivo.
Cuando te limitas a un solo objetivo (por ejemplo, un objetivo que deseas alcanzar en los próximos 12 meses), puedes concentrar todo tu tiempo, energía y atención en alcanzar ese objetivo. Por lo tanto, tus posibilidades de lograr realmente este objetivo son mucho más altas.
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